AQUÌ ALGUNOS DE LOS POEMAS DE MIS AMIGOS

sábado, 13 de septiembre de 2008

ANOCHE SEr

ANOCHE SEr.
Asisten mis ojos
al degüello aterido del sol,
fluida sangre
que dinamita los colores
de la tarde.

Àrboles de tiesos dedos
dibujan un cielo perfecto
a los ángeles risueños
del invierno.

La trémula vela de la noche
enciende el murmullo
de los astros cristalinos.

En la
indiferente
pupila
del ocaso
SÒLo
queda
este
crepùsculo,
arena
sujeta
al puLso,
oscUra
marea
de las
veNAs,
sotavento
de espanto:
por tener en el cuenco de las manos
otro dìa litado
en el lento gravitar del univers6.
.10/07/2007







Gustavo Cavicchia Mendoza-Argentina
Copyright ©Gustavo Cavicchia.-Todos los derechos reservados.



miércoles, 13 de agosto de 2008

Te veo pensando

Te veo pensando en tantas cosas
y pienso que no sé si yo soy tanto,
o si soy al menos una sola de esas cosas.

Pero verte pensando
a través de esa ventana compartida
-que fue nuestra y sigue siéndolo-
siempre abierta a los debates
de tus ciegas alegrías
y mis sordas confesiones,
es apenas el vestigio
de promesas prometidas
en la espera del acierto de encontrarte,

porque
ahora poco importa
si escribís con pensamientos
mi nombre en algún vidrio,
o si la escarcha te da frío
y te abrazás a mi recuerdo,

poco importa
si tu rostro que me sonríe
con la gratitud impregnada en las mejillas,
a veces sólo mira preguntando perdido
-y casi como chiste-
dónde queda el olvidado mausoleo de la alegría.

poco importa porque
no caemos en lugares clandestinos,
ni siquiera nos vestimos a la moda,
mucho menos sospechamos
desembarcos invasores,
y tampoco coleccionamos
sospechas o destinos;

te veo pensando en tantas cosas
que necesito comprobar
que el miedo sigue atado y en silencio
olfateando el mundo que no es nuestro,
vigilando a esos
que se aman para desamarse
como un rito inexplicable pero necesario;

y pienso que no sé si yo soy tanto,
pero ciertamente es un rito necesario
explicarme
que a través de la ventana

la escarcha te dá frío
y necesitás abrazarme


chc
Copyright © chc - Todos los derechos reservados.

martes, 22 de julio de 2008

Pinceladas Europeas: Llueve Venecia en las manos congeladas

Esta ciudad sempiterna
de oleajes serenos,
es nostalgia imperceptible
colándose en los pies húmedos,
es una suma imprecisa
de arrugas en las fachadas,
es la colección
de inmensos soñadores derruídos
esperando su sentencia,
son las torres religiosas,
devotas en altura,
intentando alcanzar
con su ego de cemento
lo que no alcanza
el ego en carne y hueso.

Por las calles transitan
espectáculos humanos
que perdieron sus ovillos de ruido
y hacen que las sombras acústicas
se duerman en el eco de sus pasos.

Llueve, como si las culpas
fueran a desteñirse,
y el paragüas disimula utilidad.
Yo me dejo llover, ya nada me queda,
podría estar desnuda
y nadie negaría el amor
que estoy sintiendo;

no se si es el aire,
el reflejo de la historia
en el Ghetto Nuovo,
los mercados de Rialto,
el semblante que se mutila
en las orillas dormidas
o San Marco
y sus palomas refugiadas
tras el diluvio,

pero los puentes
murmuran luces italianas
que enamoran dudas
y seducen razones.

El último día
amanecen las reliquias
desgastadas en salitre.

Sale el sol reticente,

con un ojo semiabierto
guiña entusiasmos a las nubes,
las góndolas balancean sus costados,
bailan en silencio con el agua
y se entienden sin mirarse;


el viento en Venecia
arrulla las hojas
del parque abandonado
en el que almuerzo despedidas,

admiro por última vez
las voces del azul
que desde el horizonte
me pide que regrese.

Venecia, Enero del 2008

Hada
Ana Cardinali
Argentina
Copyright ©Ana Cardinali

lunes, 14 de julio de 2008

Mariposa

Alguien dejó abierta la puerta.
Viento norte se coló.
Adiós gris
Hola cielo azul.
Agítate.
Primera vez
última vez,
tanto tiempo para hoy…

El aire es una canción, y tú,
una nota que por el pentagrama va.

Colores vivos,

sube y baja.
El invierno acaba de huir,
primavera llegó.
Tanto tiempo en el capullo
Esperando esa canción,
y es una estrofa nomás.
Un vuelo,
Una flor.

Primera vez,
última vez

Mariposa,
te agitas alegre a mi frente.
Vas,
me rodeas,
vuelves.
Quisiera aprender eso de vos.
Entusiasmo a flor de piel.


El invierno acaba de huir,
sólo lo retengo un poco,
acá, en el papel.

El capullo estalló,
y tú vuelas a mi alrededor.
Primera vez,
última vez.

Hermosa,
enséñame a vestirme de colores vivos,
para entrar,
hasta en la nada,
como en una fiesta.

Te agitas alegre a mi frente.
Por suerte no me oyes,
ni has notado mi presencia.
Tanto capullo,
tanta espera.
Tanto tiempo por sólo hoy.




El Poeta del Asfalto
Buenos Aires, Argentina
Setiembre 2007
Copyright © El Poeta del Asfalto

lunes, 30 de junio de 2008

Plutòn


Plutón

Algún día
tendrás que partir y dejar de llorar,
buscar una bocanada
otra constelación,
empezar.

No te despidas,
inventa una canción
sobre el derribo de la fábrica
sobre el miedo
de sentirse solo sin recibir golpes.

Estamos hechos para perder,
no te despidas
prohibe tu boca, tu mente.

Plutón parece un buen sitio
donde intentar soñar otra vez.







John Ash, España
3-2-2008
Copyright © John Ash

lunes, 23 de junio de 2008

El lenguaje



Un anciano coloca una chicharra
bajo la lengua de su nieto,
para que al poco tiempo aprenda cómo hablar
y cómo exigir su desayuno.

No tragues, dice,
los ojos del niño se abren tanto
que las lágrimas emergen
planas e infinitas.

La chicharra zumba,
evoca un alarido de ramas y de ocasos,
levanta una tormenta repentina
pero todavía lejana.

El niño abre la boca
sólo para comprender que ya no existe la chicharra,
ahora un eco de blasfemias y cariños
anidará entre sus labios para siempre.

Josè Chapa, Mèxico

Copyright © Josè Chapa




Sobre la palabra amor

Que dura es
la palabra amor.
reprimida
por el virus del miedo,
maltrecha
por sus costuras
y sus costados,
inútil
en los dias de guerra.

Sobrevalorada,
se vende,
a precio de un guiño,
cuando el corazón
esta en crisis.

Oblicua
en el hueso
y lineal
entre oreja y oreja,
a veces,
deja rastros ciegos
en los poros
y los vellos.


Doblada
como carta
en los buzones,
se perfuma
de modernidad,
que la ha hecho
trepidante
y se encripta
en los mensajes binarios

Se tensa cuando
la costumbre
le estira los miembros
y es poca cosa
pa' los bolsillos rotos,
nunca llena
un estómago vacío,

Aguardando
en medio de la distancia
se duerme un catre,
que,
a veces,
el tiempo roe,
y se queda
llorando lunas
en dias sin sol,
secándose con su pañuelo
lágrimas de esperanza.

Se rasca a escondidas
en los baños,
y en las urgencias,
se gasta y renueva
en los burdeles.

Y después
de la tormenta,
se desnuda
en nuestra
más próxima
quimera.


3-12-2006
Jaime Woolrich, Mèxico
Copyright © Jaime Woolrich